ANDRES MORALES

“El camino que me ha traído hasta aquí”

Miriam Morales, una mujer trabajadora, emprendedora y cariñosa que sola sacó delante un hogar con dos hijos.  Crecí y estudié en la ciudad de Guatemala y pasaba mis vacaciones en la casa de mis abuelos, en Quetzaltenango.  Mucho del tiempo que pasaba en la casa la pasaba entre haciendo tareas, jugando, explorando el vecindario y haciendo amistades.  Por las noches, después de trabajar todo el día, mi madre acostumbraba a revisar mis tareas.  Tiempo suficiente para enseñarme una lección que me ha acompañado toda mi vida –Andresito, todo lo que hagas hazlo bien, siempre ve por lo mejor, no te conformes con lo mínimo-.  Recuerdo con mucho cariño la noche en la que me hizo repetir mi plana de puntitos.  En primaria estuve en el cuadro de honor y a mi madre la hacía feliz eso era el gusto que me daba de estar en el cuadro. 

Me gradué de Bachiller en Computación del Colegio Bilingüe El Prado.  Durante mi Graduación, fui premiado con el “Galardón De La Riva a la Excelencia Estudiantil” que es otorgado por Industrias De La Riva.  Este pequeño gran detalle fue el comienzo de una cadena de eventos que me ha cambiado la vida por completo.  A raíz de este reconocimiento supe que podría optar a una beca en la Universidad del Itsmo a la cual opte y fui privilegiado el obtenerla, muchos me preguntaban que si no era muy estresante tener que mantener promedios altos para poder sostener la beca.  Realmente los promedios fueron en lo que menos pensé durante los cinco años de carrera.  Tuve la enorme bendición de haberle encontrado el sentido a lo que estaba estudiando y realmente lo disfrutaba.  Muchas noches de desvelo y trabajo arduo, pero que bien la pasábamos con los colegas.  A finales del 2008 cerré mi carreta como Arquitecto, preparé mi currículum y portafolio de proyectos, ya que desde el tercer año de estudio había empezado a trabajar como independiente.

Movido por una filosofía personal había nacido en mí un enorme interés por los temas urbanos y por la necesidad de reflexionar sobre el proceso de proyectar arquitectura a partir de un contexto urbano y me pareció que el mejor lugar para aprender era trabajar en la Municipalidad, de parte de la Universidad me contactaron y me dijeron que sí podía pasar una presentación al Alcalde Álvaro Arzú ya que estaba interesado en ideas que tuvieran que ver con una remodelación de la ciudad de los deportes, después de la presentación le entregué al Alcalde mi currículum para ser considerado.  En julio de 2009 terminé mi tesis y me gradué con honores.  Trabajé en la Municipalidad durante dos años y medio.  Fue una etapa de aprendizaje desempeñándome como sub-coordinador de proyectos urbanos y me involucré en diversos estudios para apoyar la formulación y diseño de políticas de desarrollo y proyectos de intervención urbana.  Además del trabajo de oficina colaboré como catedrático auxiliar de mi entonces jefe, Oliver Hartleben, brillante arquitecto y urbanista.  Trabajó algunos pequeños proyectos de diseño.  Mis noches de desvelo no se terminaban.  En enero de 2011, apliqué para ir a estudiar a una universidad en Holanda especializada en sistemas de información y tecnología de desarrollo urbano.

En septiembre del mismo año inicié mis estudios a nivel de maestría y en marzo de 2013 obtuve el título de Magíster en Ciencias de la Información Geográfica y Observación Terrestre para la Planificación y Gestión Urbana por la Universidad de Twente.  Como proyecto de tesis realicé una investigación titulada “Desarrollo Sostenible por medio de un Marco para la Planificación Colaborativa”, este documento fue entregado a la Municipalidad y será utilizado como referente para los análisis territoriales en la formulación de proyectos de vivienda.  Soy miembro del Staff de investigadores doctorales de la misma universidad en Holanda.

El camino no ha sido fácil, muchas horas de trabajo, dedicación y momentos en donde parece que los más fácil sería olvidarse de todo y dedicarse a pescar.  Pero la recompensa lo vale, poco a poco empiezo a visualizar como todo lo que he ido agregando a mi caja de herramientas empieza a cobrar más sentido y como las puedo usar para alcanzar mi ideal como profesional.  Sin embargo, siempre he dicho que el valor de la academia y el éxito profesional no lo es todo, más bien nada sería sin el componente humano.  Soy de la idea que es necesario ser receptivos a aprender algo de todos y cada una de las personas que nos rodean, de exponernos a otras culturas, de intercambiar perspectivas y de mantener una curiosidad que nos permita ser observadores en todo momento.  Y aquí, otra lección de mi madre, mantente siempre humilde.