MARIA ELIZANGELA GUTIERREZ

Nací el 6 de julio de 1987, en Morales, Izabal.  Cuando liquidaron a mi mamá de la empresa donde ella trabajaba, nos mudamos para Puerto Barrios y allí cursé mis estudios a nivel diversificado, y me gradué de Perito en Administración de Empresas. 

Uno de mis grandes sueños ha sido venir a estudiar a la ciudad capital, ya que soy conciente que el nivel educacional que existe en el interior no es el mismo que existe en la ciudad capital, y por lo tanto mis conocimientos y lo que podía llegar a prender iba a estar limitado.  Pero sólo lo veía como un sueño, aunque luchaba constantemente demostrándole a mis padres con mis calificaciones que podría soportar una presión, ya que a pesar de que mis padres estaban conscientes de eso, y tenían toda la voluntad de apoyarme, veía muy difícil venirme a la capital, ya que no tenía un lugar preciso donde venir a quedarme y tampoco tenía el dinero suficiente como para poder cubrir los gastos de una pensión aparte de los de la Universidad, aunque fuera a una pública.

Empecé a investigar becas y me tope con el programa de Becas de la Fundación Juan Bautista, aplique y tomé los exámenes, los gané fui a la entrevista, pero por alguna razón no me aceptaron, aunque fue una desilusión no pare, seguí esforzando y gracias a Dios, mi esfuerzo fue recompensado, ya que el día de mi graduación debido a mis notas me fue entregado el Galardón De La Riva a la Excelencia Estudiantil de Industrias De La Riva, en el cual me daba información sobre diversas becas, para algunas Universidades Privadas, instantáneamente cuando lo vi, me emocioné mucho y le conté a mis papás.  Tenía que actuar rápido ya que la información me la brindaron unos cuantos días antes de que se venciera el plazo de aceptación de solicitudes, y en cierto sentido me sentía impotente porque era viernes en la noche y el fin de semana tampoco podía avanzar en el proceso.

Tuve unos contratiempos para llegar a inscribirme y al día siguiente llamé, diciendo que no pude llegar, y pregunté si esos exámenes eran los mismos que me había hecho en la fundación, así y me dijeron que sí, entonces les pregunté si me valían y me dijeron que sí; volví a ver el panorama a mi favor. 

Estudié para mi examen de algebra, y lo vine a hacer, fue un poco difícil porque yo no tenía un conocimiento muy amplio de ese tema, en el examen llamaron a todos menos a mí, desconcertada pregunté y me dijeron que mi papelería no estaba porque no me había  hecho los exámenes allí, me asusté y pregunté que podía hacer, me dijeron que me lo hiciera y después arreglara eso.  Luego tuve derecho a una entrevista. 

En las entrevistas volvió a pasar lo mismo, llamaron a todos menos a mí, pregunté y me dijeron que no había problemas que pasara, fui la última en entrar, y éramos bastantes. Poco a poco se redujo el grupo.  Al final quedamos siete, me llamaron, al fin me llamaron, y me dijeron que sí me aceptaban en el grupo, entonces les agradecí mucho y llamé a mi papá.

 

Ahora sé que tengo que esforzarme al máximo y aprovechar esta oportunidad que me dieron, estoy conciente que será difícil, pero sé que con la ayuda de Dios y mucho esfuerzo se puede.  Y ahora que veo mi sueño de llegar a ser una Licenciada en Administración de Empresas, ahora tengo más metas como sacar una Maestría y quizá también ir a estudiar al extranjero.